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La llegada de un bebé a casa es un momento de grandes ilusiones y a la vez de gran responsabilidad. Todo es nuevo y hay que tomar grandes decisiones. En cuanto a la alimentación infantil, las primeras etapas están muy pautadas y el pediatra se convierte en nuestro mejor consejero. Sin embargo, el problema llega en torno a los dos añitos, cuando el niño comienza a comer de forma muy similar al adulto y nos asaltan todo tipo de dudas: ¿Qué debe comer? ¿En qué cantidad? ¿Hay que obligarlos?….
En primer lugar, es fundamental paciencia y constancia. La alimentación de tu hijo forma parte de su educación general, todo es un aprendizaje y el paladar también hay que educarlo.
Cuanto antes empieces mejor. Ofrece los alimentos de forma atractiva, en platos de colores o con sus personajes favoritos. Si el alimento es rechazado, inténtalo en otra ocasión con distinta presentación; por ejemplo unas espinacas en tortilla con un poco de queso, hamburguesa de carne y espinacas… Es muy común que el padre sea quien pone los primeros límites: “No, eso a mi hijo no le va a gustar”. Deja que sea el niño quien decida.
Es importante comer en familia en la medida de lo posible. Si queremos que los niños aprendan hábitos saludables, este debe ser el objetivo de toda la familia puesto que los niños imitan y no podemos pretender que ellos coman aquello que los padres no comen.
El momento de la comida no debe ser un martirio. Evita ese tipo de asociación; hay que dedicarle un tiempo pero que tampoco sea ilimitado (entre 30 y 40 minutos dependiendo de cada niño)
La alimentación debe ser variada y equilibrada. Deben estar presentes todo tipo de alimentos: carne, pescados, legumbres, frutas y verduras. Los guisos con cuchara son fundamentales, al menos, 3 veces por semana y es una forma fácil de introducir la verdura. Como postre, lo ideal es ofrecer fruta y acompañar las comidas con agua.
Las chuches , dulces y refrescos forman parte de la vida de un niño. Claro que pueden consumirlos, pero no todos los días sino de forma ocasional (fines de semana, cumpleaños, etc…) y nunca como recompensa.
Recuerda que lo mas importante en la infancia es crear hábitos saludables, No es una tarea fácil pero con paciencia y constancia, como todo en la vida, se consigue.
Carmen Alcalá Muñoz
Carmen Alcalá es la responsable del Centro Garaulet de Granada. Licenciada en Farmacia por la Universidad de Granada. Ha trabajado como farmacéutica adjunta en Málaga. La llegada de sus hijos Rocío y Manuel hizo que aparcara su vida profesional para disfrutar y vivir el crecimiento de sus hijos. Durante este período siguió formándose en el ámbito de la nutrición. Es la responsable del Centro Garaulet de Granada desde el qué pone en práctica el Método Garaulet en él que básicamente enseñan a sus pacientes a adquirir buenos hábitos alimenticios y mantenerlos en el tiempo.
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